No será un día cualquiera en la vida de Juan Martín Del Potro. Quizás sea el más importante de su vida.
Porque hoy cierra una etapa. La que lo llevó a tocar el cielo con las manos con el tenis.
Esta tarde desde las 17.30, en el mítico Parque Roca, el corazón de La Torre de Tandil no entenderá ni de categorías, rivales, ni resultados.
Pero latirá a mil por hora. Es que pisará una cancha por última vez para bajarle el telón a una carrera cargada de éxitos.
Ya alejado del circuito profesional, los ojos del mundo del tenis estarán puestos sobre su figura. Con sorpresas fuera de la cancha, pero con la presencia nada menos que del serbio Novak Djokovic, con quien volverá a encontrarse con el público argentino para disfrutar a pleno del baile final.
Si bien oficialmente la derrota con Federico Delbonis, en el Argentina Open de 2022 quedará grabada en los libros de la historia como la despedida ATP, hoy volverá a colgar la vincha sobre la red. Y será por última vez.
“Me quedó una cuenta pendiente: ser Nº 1”, había expresado oportunamente Delpo, cuando se lo consultaron.
Haciendo una recorrida por su extensa trayectoria como tenista profesional, muchos recordarán que Juan Martín Del Potro pudo ponerle fin al maleficio y ganar la Copa Davis con su país. Pero además, ya está escrito en la historia grande del tenis argentino y mundial aquella proeza de gana el US Open de 2009; las dos medallas olímpicas (plata en Río de Janeiro y bronce en Londres), las semifinales en Roland Garros y Wimbledon, los otros 21 títulos conquistados de manera brillante y el tercer escalón del ranking.
“Amo este deporte, pero es difícil lidiar con tanto dolor”, resumió alguna vez. Y su lucha terminó cuando su rodilla derecha le dijo basta.
El amor por el deporte de su vida, por la profesión, se acabó en el momento en el que notó que no podía subir una escalera sin dolor.
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